Bichectomía

La intervención consiste en retirar las bolas de Bichat para mejorar la apariencia del rostro. Su retirada, siempre que sea controlada, no genera ningún riesgo, porque no son glándulas, sino cuerpos adiposos.

La bichectomía es un procedimiento ambulatorio que no lleva más de 40 minutos en el mejor de los casos y que se basa en extraer esas bolsas de grasa cerca de las mejillas. Al ser contenido adiposo, es decir, grasa, su función en el rostro es aportar volumen.

Esta cirugía de pómulos se realiza desde el interior de la cavidad bucal, con pequeñas incisiones, lo que evita que aparezcan señales externas tras la intervención.

Es un proceso muy sencillo al que se puede someter cualquier persona, sin importar su sexo y ayuda a obtener un aspecto más armonioso del rostro.

En este punto es importante advertir que las bolas de Bichat no son como tener mofletes, algo muy habitual en personas con sobrepeso. De hecho, al adelgazar, los mofletes también se reducen, pero no así estas bolas de grasa.

La presencia de estas estructuras en el rostro puede provocar un aspecto más redondeado y rasgos poco definidos. Si bien, este fenómeno está ligado a cada persona, pues el tamaño de las bolsas de grasa bucal es diferente en cada persona.

Una cirugía como esta ayuda a lucir una línea mandibular más definida. Esto es especialmente interesante en hombres, pues desde siempre se ha considerado que este rasgo aporta vigor y un aspecto más varonil y sensual.

La finalidad de esta intervención es hacer frente a la redondez facial muy acusada, algo que da un aspecto muy pesado a la cara. Tras el procedimiento, el aspecto físico resultante es un rostro más rejuvenecido y una apariencia más delgada, con un mayor nivel de armonía.

Los pacientes más adecuados para la bichectomía son aquellas personas que han cumplido más de 18 años, tienen buena condición física, no son fumadores y estabilidad mental suficiente.

Sin embargo, es importante señalar que las personas de edad avanzada, que ya tienen rastros de flacidez en la cara, no deben someterse a esta intervención.

La bichectomía es muy popular entre mujeres, pero los hombres también se someten a ella con cierta frecuencia. Se trata de una cirugía sencilla, que no reviste gravedad, pero que obliga a un seguimiento muy cuidadoso para evitar la proliferación de bacterias en la zona bucal.

En condiciones normales, esta cirugía de pómulos permite volver a la normalidad de manera inmediata, pero sin hacer excesos ni movimientos bruscos.

Una vez finalizada la operación, el cirujano tapa la zona afectada con una venda compresiva. Además, indica los cuidados necesarios para el posoperatorio. La venda debe mantenerse hasta pasadas unas horas y aplicar conjuntamente hielo en las mejillas para reducir la inflamación.

En algunos casos se prescriben medicamentos antiinflamatorios y antibióticos, para evitar el dolor, que es liviano, pero persistente, y cualquier infección.

Además, la primera noche después de la intervención hay que dormir con la cabeza elevada, y en la primera semana se aplicarán compresas frías sobre la zona.

Inmediatamente después de la cirugía hay que alimentarse a través de líquidos. Los esfuerzos al masticar ponen en riesgo el resultado de la operación y pueden provocar infecciones.

La evolución con la dieta pasa por tomar alimentos blandos pasados unos días y siempre bajo prescripción médica. La ingesta de alimentos duros debe reservarse para el momento en que la recuperación sea completa.

Por último, en este periodo se aconseja no escupir, fumar o hacer gestos que puedan abrir la herida.