Septoplastia

Tiempo quirúrgico

1 hora

Anestesia

General

Hospitalización

No

Recuperación

1 semana

Resultados

1 mes

Aproximadamente un tercio de la población tiene algún tipo de obstrucción nasal. De ellos, al menos una cuarta parte va a necesitar un tratamiento quirúrgico y uno de los más populares es la septoplastia, o lo que es lo mismo, la cirugía que ayuda a corregir la desviación del tabique nasal.

La finalidad de esta intervención es mejorar la respiración nasal. La septoplastia puede llevarse a cabo mediante distintas técnicas quirúrgicas y puede ser la respuesta a desviaciones de origen congénito o traumático. Cuando la cirugía introduce una modificación estética de la nariz pasa a llamarse septorrinoplastia.

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FAQ

Preguntas frecuentes

Esta cirugía obliga al paciente a estar bajo anestesia local con sedación. En algunos casos puede ser necesaria la anestesia general.

La operación puede durar de dos a tres horas y, en el proceso, el cirujano realiza incisiones dentro de la cavidad nasal y a través de la columela para acceder al tabique. Después retira o levanta la mucosa para llegar al septo y trabajar sobre él.

En los casos de mayor complejidad hay que tratar los huesos y el cartílago para volver a darles forma y colocarlos de nuevo en la nariz.

Una vez todo ha quedado equilibrado, se coloca nuevamente la mucosa que cubre y protege el tabique.

Tras este paso, el cirujano sutura las incisiones y coloca una férula y un relleno que protege todas las estructuras nasales hasta que la recuperación se complete.

Tipos de septoplastia



La metodología tradicional es la que hemos comentado, que corresponden a la septoplastia abierta o extracorpórea. Estas intervenciones se aconsejan cuando el tabique está muy desviado.

La otra opción es la septoplastia endoscópica, en la que se utiliza un endoscopio para visualizar la cavidad nasal y corregir la desviación del tabique. Muchas intervenciones de este tipo se pueden abordar para corregir el mal posicionamiento del tabique. La ventaja frente a otros tratamientos es que su carácter es menos invasivo. La endoscopia minimiza el trauma quirúrgico y en muchos casos hace que sea innecesario utilizar suturas o taponamientos.
Tener el tabique nasal desviado es una situación muy común. Si no ofrece complicaciones respiratorias, se puede vivir perfectamente con este desequilibrio nasal.

Sin embargo, cuando es grave, puede bloquear un lado de la nariz y disminuir el flujo de aire. Esto genera dificultades en la respiración.

Los síntomas que certifican la necesidad de acudir a un especialista son la obstrucción nasal, el sangrado excesivo, la disminución del sentido del olfato, la presencia de un orificio en el tabique e incluso el entumecimiento temporal en la encía superior, los dientes o la nariz.

Por lo general, la septoplastia se acompaña de otras intervenciones que corrigen la apariencia estética de la nariz o bien se procede directamente a una septorrinoplastia. En cualquier caso, antes de pasar por el quirófano conviene consultar todas las opciones disponibles.
La recuperación tras una intervención de este tipo suele ser lenta, al menos el proceso curativo. El cartílago y el tejido nasal tardan de tres a seis meses en asentarse completamente y hasta pasado un año pueden producirse cambios en el tabique y otras estructuras nasales.

Tras la operación se colocan sobre la nariz dos apósitos con una semana de diferencia para controlar el proceso de cicatrización y eliminar posibles adherencias. En algunos casos, la aplicación de ácido hialurónico ayuda en la cicatrización y reconstrucción del tejido.

La septoplastia es una cirugía ambulatoria, el paciente puede irse a casa el mismo día, siempre que sea acompañado.

Ya en casa tendrá que mantener reposo, dormir con la cabeza elevada, no sonarse la nariz durante varias semanas, evitar actividades muy intensas y no usar prendas que se ponen por la cabeza.
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