Otoplastia

Tiempo quirúrgico

1-2 horas

Anestesia

Local (+ Sedación en niños)

Hospitalización

No requiere

Recuperación

7 días

Resultados

7-10 días

La otoplastia es una intervención quirúrgica que tiene como objetivo corregir la posición de las orejas para adquirir una mayor armonía facial.

Esta operación puede realizarse para remodelar orejas que son demasiado prominentes, en soplillo, para devolverlas a una posición más cercana al resto de la cara y la cabeza; o bien para corregir el tamaño de las mismas, reduciendo un poco sus dimensiones o ampliándolas.

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FAQ

Preguntas frecuentes

El procedimiento consiste, generalmente, en una incisión en la parte trasera de las orejas con la idea de remodelar el cartílago. Hay situaciones en las que hay que hacer estas incisiones en los pliegues internos. Después, el cirujano elimina el exceso de cartílago y piel y posiciona correctamente las orejas, fijando todo con puntos y utilizando puntos adicionales para cerrar las incisiones.

En la mayoría de las ocasiones, las intervenciones se realizan con fines estéticos, aunque hay veces que la reconstrucción de partes de la oreja sirve para mejorar la audición del paciente.

Las otoplastias son operaciones muy seguras que en ocasiones requieren sedación y anestesia local, o bien anestesia general.

Cirugía de orejas despegadas



Esta es la intervención apropiada para corregir las orejas de soplillo. La incisión se realiza en la parte posterior y con ella se remodela el cartílago auricular dando la forma deseada. La cicatriz resultante es prácticamente imperceptible.

Cirugía de oreja de Stahl



En este procedimiento lo que ocurre es que el cartílago es demasiado fino y genera una curvatura poco natural en la oreja, lo que se conoce como oreja de Stahl. Para solucionarlo, se provoca una incisión también en la parte trasera y se dobla el cartílago para darle una forma más natural, disminuyendo el ángulo aumentado.

Criptotia



En esta otoplastia lo que sucede es que el borde superior del pabellón auricular está completamente deprimido, dando lugar a una zona de la oreja prácticamente invisible. La separación de la oreja con la cabeza es casi nula, lo que obliga a actuar sobre la posición y la forma. No es un procedimiento muy común, pero es totalmente seguro.

Microtia



La microtia es la cirugía para corregir la oreja pequeña. Hay casos incluso de anotia, cuando la oreja no llega a formarse. En estas intervenciones, el cirujano reconstruye la zona con implantes a partir de materiales cartilaginosos del propio paciente o con prótesis de material plástico.

Deformación del lóbulo



La última variante es la otoplastia por deformación congénita o sobrevenida del lóbulo. Es tan segura como las anteriores y no reviste ningún tipo de gravedad para el paciente.
Las otoplastias se llevan a cabo principalmente entre niños con edades comprendidas entre 4 y 14 años. Las orejas acaban de formarse por completo a los 4 años de vida, luego actuar sobre este problema desde la más tierna infancia evita problemas de autoestima durante la pubertad y la adolescencia.

No obstante, estos tratamientos también se pueden realizar en adultos, y no se dan situaciones mayores de riesgo en esos casos. La deformación del lóbulo por el uso de pendientes u otras modificaciones corporales es un buen ejemplo de otoplastia en edad más avanzada.

En el caso de la microtia en niños, esta intervención se aplaza hasta que no han cumplido 6 o 7 años, incluso a los 10, pues con esa edad el cartílago ha crecido más y la operación resulta más sencilla.
Una vez finalizada la cirugía, el paciente sale de la clínica con las orejas vendadas. A los cuatro días, aproximadamente, se retira este vendaje.

En este tiempo, y hasta que pasen de dos a tres semanas, hay que utilizar igualmente una banda en la cabeza o una faja liviana para ayudar a la cicatrización.

Los primeros días tras la intervención pueden resultar molestos, con sensación de picazón y dolor. La solución pasa por tomar analgésicos prescritos por el cirujano.

Es aconsejable no dormir de costado, para no generar presión sobre las orejas. Tampoco se debe aplicar fuerza sobre las incisiones. Una recomendación añadida es usar prendas con cuello amplio.

A partir de la tercera semana, el paciente puede recuperar su vida normal, aunque esto va a depender en gran medida del tipo de intervención y los avances durante la recuperación, así como de las recomendaciones del doctor.
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