rinoseptoplastia

Rinoseptoplastia: todo lo que necesitas saber sobre este completo tratamiento

Existen dos razones principales por las que una persona puede decidir retocar su nariz en el quirófano. La primera es estética; se trata de un rasgo que define enormemente el aspecto de una persona, lo que lleva a algunos a retocarla para sentirse mejor consigo mismos. La segunda es funcional: los problemas respiratorios.

Pero ¿qué sucede cuando alguien tiene los dos problemas a la vez? Cuando esto pasa, la rinoseptoplastia puede ser la solución indicada. En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ella.

¿Qué es la rinoseptoplastia y para qué se utiliza?

La rinoseptoplastia, también llamada septorrinoplastia, implica la reestructuración de la pirámide nasal y la corrección de deficiencias de funcionamiento del tabique y de los cornetes nasales inferiores.

Es una técnica reconstructiva compleja, destinada a corregir, de manera simultánea, un problema estructural en el tabique nasal (lo que se conoce como tabique nasal desviado) y la forma o el tamaño de la nariz, para mejorar su aspecto. Con ella se consigue, en una sola intervención, subsanar alguna imperfección estética y aliviar problemas funcionales en la respiración.

¿Cuál es la diferencia entre rinoplastia y septoplastia?

La palabra rinoseptoplastia (o septorrinoplastia) procede de la combinación de los términos rinoplastia y septoplastia, que designan dos procedimientos quirúrgicos diferentes.

  • La septoplastia busca corregir la desviación del tabique nasal, que puede provocar la obstrucción del flujo de aire y causar problemas respiratorios. Este procedimiento mejora significativamente la respiración y alivia los síntomas de enfermedades como la rinitis o el ronquido.
  • La rinoplastia, por otro lado, persigue modificar la forma o el tamaño de la nariz. Suele responder a motivos estéticos y estar encaminada a mejorar la apariencia física.

La rinoseptoplastia permite al paciente que lo necesite someterse a ambos tratamientos al mismo tiempo. De esta manera, evitará pasar dos veces por el quirófano, con todos los riesgos y molestias que eso conlleva.

Rinoseptoplastia: el procedimiento

La rinoseptoplastia suele requerir anestesia general. La intervención dura, normalmente, entre 1 y 3 horas, dependiendo de la complejidad de cada caso. El procedimiento concreto, elegido en función de las necesidades de cada paciente, puede variar de unos a otros.

Antes de la intervención

El primer paso antes de la operación es la evaluación del paciente, que incluye la revisión de su historial médico y el examen de su nariz y rasgos faciales. Así, se determina si es un candidato apto y se planifican los pasos a seguir.

Aunque puede haber excepciones, lo ideal es que la rinoseptoplastia se realice una vez superada la adolescencia, cuando el crecimiento ya se ha detenido.

Durante la intervención

Durante la rinoseptoplastia, se procede a remodelar el tabique nasal y el esqueleto de la nariz externa, según sea necesario. Para ello, se realizan pequeñas incisiones quirúrgicas, cuya ubicación variará en función de si la técnica elegida es abierta o cerrada.

  • La técnica cerrada implica que las incisiones solo se efectúen dentro de la cavidad nasal (en el vestíbulo nasal y el tabique).
  • Por su parte, la técnica abierta requiere de un pequeño corte en la columela nasal, para mejorar el acceso a la estructura anatómica.

Una vez hecho esto, se fijan férulas nasales internas, que ayudarán a estabilizar la nariz durante los primeros días.

Después de la intervención

Tras la cirugía, se introduce un taponamiento nasal y se coloca una férula externa (habrá que llevarla entre 10 y 14 días) para proteger la nariz. Si todo va bien, el paciente es dado de alta en unas horas, con instrucciones precisas para el cuidado de la herida y la prevención de complicaciones.

En las semanas y meses posteriores, lo normal es concertar citas periódicas de seguimiento, para asegurar que todo marcha adecuadamente.

Resultados de la rinoseptoplastia: ¿es para siempre?

El tiempo de recuperación después de la septorrinoplastia es variable, pero se necesitan varias semanas para que la nariz se cure completamente y se aprecie el resultado final.

Los primeros días pueden ser incómodos. La zona presentará hinchazón, hematomas y mucosidad. Una vez que la herida ha cicatrizado por completo, la permeabilidad nasal y el aspecto de la nariz deberían mejorar. Es ahora cuando el efecto estético puede evaluarse de forma fiable.

El grado de satisfacción en los pacientes que se someten a una rinoseptoplastia es muy alto: la mayoría quedan satisfechos con el «después» de su nariz. No obstante, es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar un poco con el paso del tiempo. En ocasiones, se requerirán cirugías de reparación o ajuste en el futuro.

La rinoseptoplastia es una técnica segura y efectiva que, además de los resultados estéticos, redunda en la salud respiratoria. Ahora bien, como ocurre con cualquier cirugía, puede entrañar ciertos riesgos y complicaciones. Es importante hablar con el cirujano antes de someterse a ella, para entender bien en qué consiste y tomar una decisión informada.

Escrito por:

Cirujano facial especializado en cirugía plástica facial y medicina estética

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